Estudio biblico el aceite de la viuda
Eliseo y el aceite de la viuda
¿Te has enfrentado alguna vez a una situación financiera imposible? Tal vez tenía una cantidad abrumadora de deudas y no había manera de pagarlas. Tal vez usted estaba tratando de ahorrar y presupuestar sabiamente, pero una emergencia médica borró toda su cuidadosa planificación. Tal vez no fue una cosa “grande”, sino una acumulación de pequeñas cosas que enviaron sus finanzas en espiral. Tal vez perdió la esperanza de que usted y su cónyuge pudieran ponerse de acuerdo sobre sus finanzas.
Es fácil distraerse con las necesidades, las demandas y los deseos de hoy en día y perder de vista cuál es el propósito de nuestro dinero. Hay una historia de la Biblia, que se encuentra en 2 Reyes 4:1-7, que siempre me anima cuando me encuentro perdiendo de vista lo que importa o distrayéndome por las necesidades físicas.
La historia tiene lugar durante la vida del profeta Eliseo. Se trata de una viuda que temía perder a sus dos hijos en la esclavitud porque debía dinero a un acreedor. Ella clamó al profeta Eliseo por ayuda.
Todo lo que tenía era una pequeña jarra de aceite de oliva, algo común, no de extremo valor. Eliseo le dijo que fuera a pedir prestadas todas las jarras que pudiera a sus vecinos. Le indicó que vertiera su aceite en ellas.
¿Qué podemos aprender de Eliseo y del aceite de la viuda?
HECHO #3 – Elías supo que era una viuda por lo que llevaba puesto. En aquellos días, las viudas, especialmente las que no tenían hijos, eran muy vulnerables. Su ropa las distinguía para poder recibir ayuda de su comunidad.
HECHO #4 – Ella era extremadamente pobre. Cuando Elías la encontró, estaba recogiendo palos para hacer leña. Ahora bien, ¿cuánto tiempo durarían esos? Había una hambruna de alimentos. Si todo estaba muriendo, ella debería haber tenido más acceso a la leña. Además, ella estaba literalmente hasta su última comida.
Les aseguro que había muchas viudas en Israel en la época de Elías, cuando el cielo estuvo cerrado durante tres años y medio y hubo una severa hambruna en toda la tierra. Sin embargo, Elías no fue enviado a ninguna de ellas, sino a una viuda de Sarepta, en la región de Sidón. (Lucas 4:25-26)
Elías era un ser humano, igual que nosotros. Oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y medio. Volvió a orar, y los cielos dieron lluvia, y la tierra produjo sus cosechas.
Eliseo y el sermón del aceite de la viuda
En Mateo 6:31-33 Jesús dijo que si buscamos su reino y su justicia, Dios suplirá todas nuestras necesidades. He aquí una hermosa historia del Antiguo Testamento para mostrar que esta no era una idea nueva cuando Jesús la pronunció, sino que estaba documentada en su historia.
La esposa de un hombre de la compañía de los profetas clamó a Eliseo: “Tu siervo, mi esposo, ha muerto, y tú sabes que él veneraba a Jehová. Pero ahora su acreedor viene a llevarse a mis dos hijos como esclavos”.
Eliseo le dijo: “Ve y pide a todos tus vecinos jarras vacías. No pidas sólo unas pocas. Luego entra y cierra las puertas detrás de ti y de tus hijos. Vierte aceite en todas las tinajas y, a medida que cada una se llene, ponla a un lado”.
En el tiempo que siguió a la muerte del rey Salomón y a la división de Israel en dos reinos, hubo un período de indiferencia y apostasía general, especialmente en el norte. Durante este tiempo los hombres que mantenían su fe en el Señor formaron grupos de estudio en varios lugares con el propósito de mantener vivo el conocimiento del Señor. Estos grupos de estudio fueron llamados compañías de profetas. Aunque los hombres de estos grupos no eran profetas oficiales de Israel, el Señor los bendijo con dones espirituales, incluyendo el don de profecía. Tanto Elías como su sucesor Eliseo mantuvieron una estrecha relación con estos grupos.
Elías y la viuda con aceite y harina
Esta historia me ha animado bastante en los últimos 5 años, principalmente porque me siento muy parecida a la viuda del aceite. Soy una madre soltera que trata de criar a dos hijos mientras construye un negocio
Desde principios de año he estado trabajando para pagar mis deudas, ahorrar para comprar una casa y cambiar la marca de mi negocio. Todas estas cosas son objetivos muy ambiciosos por sí mismos, pero después de poner algunas cosas en espera durante los últimos 2 años con el fin de completar la escuela de diseño me siento como si realmente no tengo una opción.
Lo que me lleva al post de hoy. Recientemente me presenté ante el Señor en oración pidiéndole dirección con respecto a mi negocio, y algunas preocupaciones que tenía con respecto a mi situación financiera actual y me acordé de la historia de la viuda con aceite que se encuentra al principio de 2 Reyes 4:1-7.
Esta historia me ha animado bastante en los últimos 5 años, principalmente porque me siento muy parecida a la viuda del aceite. Soy una madre soltera tratando de criar a dos hijos mientras construyo un negocio, y además del costo de la vida, tengo una deuda de tarjeta de crédito (por cierto, ya he terminado de pagar la mitad) y préstamos estudiantiles. Así que hay momentos en los que, como esta viuda, me siento estirada. Así que cuando revisé esta escritura hubo algunas nuevas percepciones que obtuve y quise compartir con ustedes.