Estudio biblico de mateo 23
Lección de Mateo 23
Versículos 1-2: La última condena de Jesús a los fariseos llena por completo el capítulo 23. Esto representa ahora su rechazo final y oficial a ellos en el templo, su propio bastión de influencia y seguridad. Véanse los pasajes paralelos (en Marcos 12:38-40 y Lucas 20:45-47).
A la gente común que estaba a su alrededor en el templo. Los sumos sacerdotes y los ancianos, los escribas, los fariseos y los saduceos, habiéndose alejado de él, siendo todos silenciados por él. Y ahora, no sea que, por una parte, el pueblo, al ver la ignorancia y los errores de estos hombres detectados por Cristo, se vea tentado a concluir que no hay nada en la religión. Y a descuidar la palabra y el culto de Dios, a causa de la preocupación que estos hombres tenían en ella.
Por otra parte, a causa de su gran autoridad e influencia, al estar en la silla de Moisés, para que el pueblo no fuera inducido por ellos a malos principios y prácticas (escribas, fariseos, etc.). Les indica lo que deben observar en ellos y lo que no.
Que no debían ser rechazados del todo, ni en todo debían ser atendidos. Y les advierte contra su ostentación, orgullo, hipocresía, codicia y crueldad. Y, al mismo tiempo, elimina una objeción contra él mismo, demostrando que no era enemigo de Moisés, ni de la ley, correctamente explicada y practicada.
Mateo 23:1-39 resumen
[Jesús continuó su condena:] «¡Qué dolor les espera a ustedes, maestros de la ley religiosa, y a ustedes, fariseos! ¡Hipócritas! Porque os preocupáis por limpiar el exterior de la copa y del plato, pero por dentro estáis sucios, llenos de avaricia y de autocomplacencia. ¡Fariseo ciego! Lava primero el interior de la copa y del plato, y entonces también quedará limpio el exterior» – Mateo 23:25-26 NLT
El problema con lo externo, nos recuerda Jesús, no es la atención en la limpieza exterior. Él no critica la limpieza exterior. En cambio, está furioso con la preocupación de los fariseos por la limpieza exterior mientras ignoran el mundo interior del corazón, los motivos, las intenciones y los deseos. Al igual que hizo en el Sermón de la Montaña con detalles específicos (Mateo 5:21-22, 27-28, 6:1-8, 16-18, 7:12), Jesús nos recuerda una vez más que ninguna preocupación por la limpieza externa hará que el mundo interior esté limpio. La avaricia (un deseo excesivo de cosas, incluidas las que se obtienen engañando a los demás) y la autocomplacencia (complacer sólo a uno mismo) son las semillas de todo tipo de pensamientos, motivos y acciones impuros. El exterior no puede quedar verdaderamente limpio a menos que abordemos esas cuestiones internas.
Mateo 23 comentario fácil español
En lo que respecta al evangelio de Mateo, estas son las últimas palabras que Jesús pronunciará en Jerusalén en un entorno público. Todavía tiene más cosas que enseñar, y los dos capítulos siguientes contendrán amplios registros de esas palabras. Sin embargo, este es el punto en el que termina el ministerio público de Jesús (Mateo 23:39). Antes de esto, Jesús ha estado condenando el fallido liderazgo religioso de Israel (Mateo 23:1-3). Esas palabras fueron pronunciadas con un talante cortante y directo. Aquí, las palabras de Cristo son significativamente más lúgubres. Mirando hacia el desastre que vendrá sobre la ciudad, Jesús habla con un tono tierno y anhelante.
A pesar de ser la ciudad principal del pueblo elegido por Dios, Jerusalén se ha ganado un triste legado a lo largo de las generaciones (Hechos 7:52). Esta ciudad de David ha llegado a ser conocida como la ciudad que mata a los profetas y apedrea a los mensajeros que Dios le envía. Ese legado se acentuará eternamente dentro de la semana en que el propio Jesús sea condenado y asesinado en Jerusalén (Mateo 26:1-5).
Jesús describe el papel que hubiera preferido tener en relación con la ciudad y el pueblo de Israel. Hablando desde la perspectiva de Dios, como miembro de la Trinidad, Jesús señala cuántas veces habría intervenido para proteger a Jerusalén y a sus hijos. El simbolismo aquí es único en la Escritura y tiene un sentido casi maternal. Jesús, el Hijo de Dios, describe el motivo de su corazón para proteger a su pueblo.
Cuáles son los 7 ayes en Mateo 23
Mateo 23:2Diciendo: Los escribas y los fariseos se sientan en la cátedra de Moisés:Versículos 2-12. – El carácter moral de los escribas y fariseos, y la advertencia a los discípulos de Cristo. Versículo 2. – Los escribas y los fariseos se sientan en la cátedra de Moisés. En la cátedra del gran juez y legislador. Esto se afirma como un hecho indudable (ἐκάθισαν), sin idea de culpa. Literalmente, se sentó en la cátedra de Moisés desde tiempos inmemoriales. Estos (no se refiere a individuos, sino al cuerpo colectivo) son los expositores y maestros autorizados de la Ley; su posición está asegurada; no deben ser desplazados. Los escribas eran el partido principalmente denotado; eran de la secta farisaica; de ahí la adición: «y los fariseos», con lo cual se da a entender, no que estos últimos, en cuanto fariseos, tuvieran algún cargo docente, sino que los primeros compartían sus opiniones religiosas. Los saduceos parecen no haber tenido ninguna influencia popular, y nunca fueron reconocidos como líderes. Los sacerdotes levitas nunca aparecen en los Evangelios como maestros o expositores del sistema mosaico; esta función suya había recaído en los escribas y abogados.