Argumentos estudios críticos de la sociedad
Teoría crítica
La teoría crítica incorpora una amplia gama de enfoques, todos ellos centrados en la idea de liberar a las personas del estado moderno y del sistema económico, un concepto conocido por los teóricos críticos como emancipación. La idea tiene su origen en la obra de autores como Immanuel Kant y Karl Marx que, en los siglos XVIII y XIX, propusieron diferentes ideas revolucionarias sobre cómo se podía reordenar y transformar el mundo. Tanto Kant como Marx tenían un fuerte apego al tema del universalismo de la Ilustración: la opinión de que hay principios sociales y políticos que son evidentes para todas las personas, en todas partes. En la era moderna, ambos autores se convirtieron en figuras fundacionales para los teóricos que buscaban sustituir el sistema estatal moderno promoviendo acuerdos políticos globales más justos, como una federación de estados libres que vivieran en paz perpetua (Kant) o el comunismo como sistema social y económico global para sustituir el orden capitalista desigual (Marx). La teoría crítica se propone criticar las prácticas e instituciones sociales represivas del mundo actual y avanzar en la emancipación apoyando ideas y prácticas que cumplan los principios universalistas de la justicia. Este tipo de crítica tiene una dimensión transformadora, en el sentido de que pretende cambiar las sociedades nacionales, las relaciones internacionales y la sociedad global emergente, partiendo de ideas y prácticas alternativas que perduran en el fondo del proceso histórico.
La ciencia social crítica en la sociología
El siguiente paso en este enfoque de sentido común plus es no limitarse a tratar las diferentes lecturas de forma individual y aislada, sino contextualizarlas con otra literatura. Muy a menudo, sólo a través de las diferentes interpretaciones de un mismo fenómeno se ponen de manifiesto las debilidades o las limitaciones de una perspectiva. Lo que para una persona parece una inversión en una comunidad que crea puestos de trabajo y levanta la economía puede parecer gentrificación desde una perspectiva diferente.
Un último punto para ser crítico en el sentido del sentido común es ser consciente de la fiabilidad de las fuentes y examinarlas críticamente. He escrito sobre el proceso de revisión por pares, y el uso de fuentes académicas frente a las no académicas en este blogpost. Es importante saber qué tipo de fuentes utilizas y cómo las presentas.
En el segundo elemento de la crítica es donde las ciencias sociales entran en juego. Cuando lees un artículo que afirma seguir un “enfoque crítico”, emplear una “perspectiva crítica” o una “teoría crítica”, normalmente se refieren a esto. Si en la pregunta de la redacción se te pide que “examines críticamente” o “evalúes críticamente” un tema, es posible que también se refiera a esto (aunque también podría ser una referencia a la variante “common-sence-plus”; merece la pena comprobarlo con tu profesor).
Escuela de Frankfurt
Por definición, la crítica implica la aplicación de principios o valores para emitir juicios con el fin de lograr un cambio positivo. Como es lógico, la crítica adopta diversas formas. Por ejemplo, la crítica retórica examina y juzga cuidadosamente la calidad del discurso. Nuestro tema aquí es la ciencia social crítica, que critica la estructura social básica (Littlejohn, 1992, p. 238; en adelante, citado por el número de página). Las siguientes características informan todas las variedades de la ciencia social crítica:
En una palabra, los analistas que trabajan en esta tradición se alinean con los intereses de quienes se oponen al orden dominante de la sociedad. Se preguntan sobre las formas en que chocan los intereses en pugna y la manera en que se resuelven los conflictos a favor de determinados grupos.
Una de las corrientes intelectuales más importantes del siglo pasado fue la teoría social de base marxista. Basado en las ideas de Karl Marx y Friedrich Engels, este movimiento se compone de una serie de teorías vagamente relacionadas que se oponen al orden dominante de la sociedad, es decir, económico, político, ideológico y teórico.
Teoría literaria
Cuando era estudiante, creía que la prevalencia del positivismo en las ciencias sociales -la idea de estudiar los fenómenos sociales de forma “objetiva” o “sin valores”- era uno de los grandes males del mundo. No sólo era una ilusión, sino que era perjudicial, porque bajo la apariencia de objetividad se escondía una agenda oculta, a saber, el interés por la dominación. Tratar a las personas como objetos de estudio, en lugar de como sujetos, no era políticamente neutro, porque generaba un tipo de conocimiento que resultaba ser precisamente el que se necesitaba para manipularlas y controlarlas. La ciencia social “objetiva”, en otras palabras, no estaba libre de valores en absoluto, sino que era una herramienta de opresión.
La alternativa a esto, recomendada calurosamente en la época, sería una nueva forma de ciencia social, una que estuviera explícitamente guiada por el interés “emancipador” de la razón humana. En lugar de luchar por una esquiva neutralidad de valores, adoptaría un compromiso para mejorar la condición humana, y luego haría estos compromisos explícitos, como parte de la investigación, para que todo el ejercicio fuera metodológicamente transparente. Esto es lo que llamamos “teoría crítica”.