Alumnos que no estudian
Efectos del estudio
Más de 600 millones de niños y adolescentes de todo el mundo son incapaces de alcanzar los niveles mínimos de competencia en lectura y matemáticas, a pesar de que dos tercios de ellos están escolarizados. En el caso de los niños no escolarizados, las competencias básicas en lectura, escritura y cálculo están más lejos de su alcance.
En todo el mundo, los niños se ven privados de educación y aprendizaje por diversas razones. La pobreza sigue siendo una de las barreras más obstinadas. Los niños que viven situaciones de fragilidad económica, inestabilidad política, conflictos o catástrofes naturales tienen más probabilidades de verse privados de escolarización, al igual que los discapacitados o los pertenecientes a minorías étnicas. En algunos países, las oportunidades de educación para las niñas siguen estando gravemente limitadas.
Incluso en las escuelas, la falta de profesores formados, los materiales educativos inadecuados y las infraestructuras deficientes dificultan el aprendizaje de muchos alumnos. Otros acuden a clase demasiado hambrientos, enfermos o agotados por el trabajo o las tareas domésticas como para sacar provecho de sus lecciones.
Estas desigualdades se ven agravadas por una brecha digital cada vez más preocupante: Alrededor de dos tercios de los niños en edad escolar del mundo carecen de conexión a Internet en sus hogares, lo que restringe sus oportunidades de avanzar en el aprendizaje y el desarrollo de sus capacidades.
Efectos de la falta de interés por los estudios
Los padres pueden desempeñar un papel vital para ayudar a los adolescentes a tener éxito en los estudios informándose y prestándoles un poco de apoyo y orientación. Aunque los adolescentes busquen la independencia, la implicación de los padres es un ingrediente importante para el éxito académico.
Los adolescentes rinden mejor en la escuela cuando los padres apoyan sus esfuerzos académicos. Asistir a la jornada de puertas abiertas o a la noche de vuelta al cole es una buena manera de conocer a los profesores de su hijo y sus expectativas. Es posible que los administradores de la escuela hablen de los programas y políticas de la escuela, y de las opciones para después de la secundaria que los padres y tutores de los alumnos de penúltimo y último año deben conocer.
Asistir a las reuniones de padres y profesores es otra forma de mantenerse informado, aunque en el instituto, el personal suele organizarlas sólo cuando la participación de los padres es necesaria para abordar cuestiones como problemas de comportamiento, estar por debajo de las expectativas del curso o, alternativamente, beneficiarse de un trabajo avanzado en clase.
Si su hijo tiene necesidades especiales de aprendizaje o de comportamiento, pueden programarse reuniones con los profesores y otros miembros del personal del centro para estudiar la posibilidad de establecer o revisar planes educativos individualizados (IEP), planes educativos 504 o planes de educación para superdotados.
Causa del estudio
¿Alguna vez has dado clase a un alumno que te daba pavor ir a clase? ¿El alumno que no se compromete hagas lo que hagas? ¿El que te hacía esperar el timbre al final de la lección incluso con más ganas que los alumnos?
Si tienes que llamarles la atención durante la lección, hazlo lo más breve y directo posible y luego ponte al día al final de la lección. Lea aquí cómo mantener los comportamientos de bajo nivel.
Algunos profesores son reacios a tomar este camino porque carecen de experiencia; pueden no estar seguros de qué decir, sentir que les llevará demasiado tiempo, tener miedo de la respuesta de los padres o pensar que no cambiará nada.
Averigüe qué ha funcionado con este alumno, ya sea en otras clases o en años anteriores, ya que sus colegas son una magnífica fuente de información. Compartir de este modo te hará la vida más fácil y productiva.
Recuerda lo fácil que puede ser caer en el ciclo del conflicto y mantén tu lenguaje corporal abierto y pasivo, mantén la voz baja y pausada, no te lo tomes como algo personal y piensa en las necesidades del alumno.
Causa y efecto de no estudiar
Cada niño es único y, por tanto, cada uno necesita un entorno diferente para alcanzar su potencial. Viviendo en los tiempos que corren, en los que todo el mundo a nuestro alrededor parece ser una competencia, se hace difícil levantar el exceso de carga para estudiar con rigor. Incluso los adultos se enfrentan a este tipo de presión en el día a día, ya sea por el rendimiento en la oficina o por estar al día en las redes sociales.
Del mismo modo, los niños de hoy en día también están rodeados de diversas formas. Se les presiona constantemente para que rindan mejor en todos los aspectos. Algunos niños han sido bendecidos con la concentración y las habilidades de aprendizaje adecuadas, por lo que les resulta fácil aprender más. En otros casos, esta presión constante les aleja de los estudios. Les cuesta concentrarse y no quieren estudiar. Pero se plantea la cuestión de cómo desarrollar el interés por los estudios.
La educación en los primeros años de aprendizaje desempeña un papel crucial en el desarrollo holístico de un niño. La mayoría de los hábitos correctos y las etiquetas sociales se forman en estos años fundacionales. Pero, ¿qué hacer cuando la escasa capacidad de concentración de tu hijo se apodera de su experiencia inicial de aprendizaje y no quiere estudiar?